miércoles, 27 de junio de 2012

Apuntes para comentar "El coloquio de los perros"


Una verdad te quiero confesar, Cipión amigo: que me dio gran temor verme encerrado en aquel estrecho aposento con aquella figura delante, la cual te la pintaré como mejor supiere. Ella era larga más de siete pies; toda era notomía de huesos, cubiertos con una piel vellosa y curtida; con la barriga, que era de badana, se cubría las partes deshonestas, y aún le colgaba hasta la mitad de los muslos, las tetas semejaban dos vejigas de vaca, secas y arrugadas; denegridos los labios, trapillados los dientes, la nariz corva y entablada, desencajados los ojos, la cabeza desgreñada, las mejillas chupadas, angosta la garganta y los pechos sumidos. Finalmente toda era flaca y endemoniada.
                   M. de Cervantes, El coloquio de los perros (1613)



Anatomía (antiguo notomía): Estudio de la estructura, situación y relaciones de las diferentes partes del cuerpo de los animales o de las plantas.  Esc. y Pint. Disposición, tamaño, forma y sitio de los miembros externos que componen el cuerpo humano o el de los animales.
Badana: Del ár. hisp. baṭána, y este del ár. clás. biṭānah, forro. 1.f. Piel curtida y fina de carnero u oveja.2. f. Tira de este cuero o de otro material, que se cose al borde interior de la copa del sombrero para evitar que se manche con el sudor. 3. m. coloq. Persona floja y perezosa
Corva: arqueada
Curtida (curtir): Dicho del sol o del aire: Endurecer o tostar el cutis de la persona que anda a la intemperie
Entablada: asegurada con tablas. Dicho del viento, que se fija en una dirección
Pie: Medida de longitud que varía en los diferentes países.
Sumidos: (de sumir) Dicho de alguna parte del cuerpo: Hundirse o formar una concavidad anormal; como la boca, por falta de la dentadura, o el pecho, etc.
Trapillados (traspillados): Pobretón, desharrapado.


            EL coloquio de los perros, una de las doce Novelas ejemplares (1613) de Miguel de Cervantes, forma un conjunto con “El casamiento engañoso”. El tema principal es el del engaño-desengaño.
El casamiento engañoso
Cuenta la historia de un alférez que, queriendo engañar a una dama en apariencia rica y él haciéndose pasar por lo mismo, acaba siendo abandonado por ella que, además de llevársele sus bienes, le contagia una enfermedad venérea. En el hospital de Valladolid oye hablar desde la cama durante dos noches a dos perros, Cipión [Escipión] y Berganza, que custodian el edificio.
El coloquio de los perros
No es más que la transcripción que este alférez ha hecho de la conversación de la primera noche, en la que Berganza hace relación de su vida a Cipión, manuscrito que da a leer al licenciado a quien ha encontrado a la salida del hospital y a quien ha relatado la historia de su casamiento engañoso. En este coloquio, que nosotros leemos a la vez que el licenciado, Berganza narra la vida que ha llevado con los diferentes amos hasta llegar al hospital, tras haber conocido a una que dice ser bruja que lo identifica con el hijo de una amiga suya que ha sido convertido en perro, junto con su hermano - ¿Cipión, quizá? -, por otra bruja celosa.

Algunos rasgos característicos en las novelas cervantinas:
- La acción de todas se presenta como una historia verdadera, ocurrida en un lugar y en un tiempo cercano a los lectores. Son historias realistas. Al moverse los héroes en la realidad histórica (en Toledo o en Nicosia), entre personajes que realmente existieron, la sensación de realismo en tan notable, que el cervantismo decimonónico buscó en archivos para identificarlos. Por ejemplo, sabemos que Berganza y Cipión eran los célebres perros de Mahudes, el encargado de ir por Valladolid para con la ayuda de los fielísimos canes recoger la limosna que arrojaban desde las ventanas. O que la presunta madre de ambos fue realmente una bruja procesada por la Inquisición. O que la cofradía de ladrones sevillanos en la que ingresan Rinconete y Cortadillo, y que también conoce Berganza, existió realmente.
-Cervantes borra las fronteras de lo que es verdadero, la historia, lo verosímil, la poesía y la fábula, es decir, lo inverosímil. En el Quijote se dice que el historiador debe contar las cosas como son y el poeta como debieron ser. Es verosímil que dos perros hablen porque en realidad son hombres nacidos de mujer.
- Polivocidad y multieticidad. La historia la cuentan varias voces, dos al menos. Hay un prisma multiético. Cervantes huye de la estructura autobiográfica, monocular, de la novela picaresca.
Berganza cuenta lo que le ha ocurrido hasta ahora desde su nacimiento, relata los diferentes amos, se viaja y así como en El casamiento engañoso los espacios son anónimos, aquí solo hay un espacio, el hospital.
En El casamiento engañoso, el Alférez, narra al Licenciado lo acaecido con su matrimonio con Doña Estefanía, y este se admira de las cosas que le ha contado. “Pues de poco se admira vuesa merced -le dice el Alférez-; que otros sucesos me quedan por decir que exceden a toda imaginación, pues van fuera de todos los términos de naturaleza…[….] “…doy por bien empleadas todas mis desgracias, por haber sido parte de haberme puesto en el hospital donde vi lo que ahora diré, que es lo que ahora ni nunca vuesa merced podrá creer, ni habrá persona en el mundo que lo crea.”. Prepara al Licenciado - y al lector- despertando la curiosidad por saber lo que seguirá. “Ya vuesa merced habrá visto - dijo el Alférez- dos perros que con dos linternas andan de noche con los hermanos de la Capacha, alumbrándoles cuando piden limosna”. “-Sí he visto- respondió Peralta” “También habrá visto o oído vuesa merced - dijo el Alférez- lo que de ellos se cuenta: que si acaso echan limosnas de las ventanas y se cae al suelo, ellos acuden luego a alumbrar y a buscar lo que se cae…”.
Lo real.
“Pues lo que ahora diré dellos es razón que le cause, y que sin hacerse cruces, ni alegar imposibles ni dificultades, vuesa merced se acomode a creerlo; es que vi a estos dos perros, que el uno se llamaba Cipión y el otro Berganza, estar una noche, que fue la penúltima que acabé de sudar, echados detrás de mi cama en unas esteras viejas…” “…oí hablar allí junto y estuve con atento oído...” “…y a poco rato vine a conocer, por lo que hablaban, los que hablaban y eran los perros Cipión y Berganza.”
Lo increíble.
“…Y así, muchas veces, después que los oí, yo mismo no he querido dar crédito a mi mismo…”
La duda.
“…Oí, escuché, noté y, finalmente, escribí, sin faltar palabra…” “Las cosas que trataron fueron grandes y diferentes, y más para ser tratadas por varones sabios que para ser dichas por bocas de perros; así que yo no las pude inventar de mío, a mi pesar y contra mi opinión vengo a creer que no soñaba y que los perros hablaban.”
Él no es tan sabio, escribió lo que oyó, no lo que soñó.
Ya que no me crees, al menos lee lo que escribí, le viene a decir el Alférez al Licenciado. Solo he escrito lo que se dijo la primera noche, pero fueron dos: “…aunque yo no tenga escrita más de una, que es la vida de Berganza, y la del compañero Cipión pienso escribir (que fue la que se contó la noche segunda) cuando viere, o que esta se crea, o, a lo menos, no se desprecie.”
Si me crees o si te gusta, continuaré - se lo dice al Licenciado y al lector-.
[…..] “Yo me recuesto - dijo el Alférez - en esta silla en tanto que vuesa merced lee, si quiere, estos sueños o disparates, que no tienen otra cosa de bueno si no es poderlos dejar cuando enfaden.”
Si no te gusta, lector, cierra el libro.

Los Diálogos de Luciano, de Séneca, picaresca y los Coloquios, de Erasmo, son textos que influyen en Cervantes para escribir el Coloquio de los perros.
Este texto es autosuficiente y autónomo. Hay un autor fingido, un lector fingido, un texto, que es coloquio, oído, trascrito, y un crítico del texto, Cipión, dado que al hablar Berganza le dice, “céntrate”.
Berganza va a tener varios nombres, una identidad confusa, -polionomasia-, es sucesivamente, Berganza, Gavilán, Barcino, el perro sabio Montiel, eso nos lleva a Montiela, su supuesta madre y a Montilla, el toponímico. Esta confusa identidad ya aparece al principio: “Paréceme que la primera vez que vi el sol fue en Sevilla…” “…por donde imaginara -si no fuera por lo que después te diré -que mis padres debieron de ser alanos. ...” . Se refiere al encantamiento que narra luego, hasta llegar a la anagnórisis.
Las Metamorfosis o el Asno de oro, de Apuleyo, del siglo II, aparece citado textualmente en el Coloquio de los perros. La bruja Cañizares cita esta obra en su relato. Lucio convertido en asno ejerce la crítica. Lucio se transforma en humano a través de una acción individual, comer una rosa. En el coloquio solo volverán a su condición humana cuando los humildes sean elevados y los poderosos derribados. Esto complica el asunto. Se necesita el concurso de otros.

Berganza tiene varios amos, se pueden dividir en dos grupos, con el intermedio del dialogo con las hechiceras -con una de ellas, las otras habían muerto-, el primero es un jifero, es decir, un matarife, luego un alguacil, unos gitanos, unos titiriteros, unos cómicos, un alquimista, un matemático, un poeta. Se habla de la expulsión de los moriscos en 1.609.
Después del intermedio del relato de la bruja Cañizares, el próximo amo son los gitanos, y con esto conectamos con la primera novela ejemplar, La gitanilla, ya que aparece un personaje, Juan Maldonado, que aparece también en esta novela.
La bruja Cañizares, que no se puede separar de las otras dos ya muertas, la Camacha y la Montiela (uno de los nombres de Berganza es Montiel), reconoce al perro sabio - está haciendo piruetas- y le llama Montiel, al girarse Berganza y atender a ese nombre, recuerda una antigua historia de la Camacha y la Montiela y que explica el origen humano de Berganza.
Esta historia se la cuenta a Berganza, este a Cipión. Ambos son oídos por el Alférez, que lo escribe. Este escrito se lo da a leer al Licenciado y con él lo leemos todos. La estructura de las cajas chinas.
La maga Cañizares le recita unos versos, que ha pronunciado la Camacha y les da un significado. Berganza también los explica y Cipión a su vez.
“Volverán a su forma verdadera/ cuando vieren con presta diligencia/ derribar los soberbios levantados/ y alzar a los humildes abatidos/ por mano poderosa para hacello.”
Dualidad poderoso-humilde. El destino de los canes no se puede separar de los que conviven con ellos. Para que sean humanos deberán esperar a que los humildes se alcen y los poderosos sean derribados.
Estos versos tienen relación con el Evangelio de San Lucas - derribó a los ricos y ensalzó a los humildes -, es la mano divina quien lo hace. No hay solo fuentes bíblicas, también fuentes clásicas. Capítulo VI de la Eneida de Virgilio - respetar a los sometidos y derribar a los soberbios -.
Hay antecedentes de celos y envidia en el coloquio. La Camacha tiene envidia y celos de la Montiela por que se le iba subiendo a las barbas en saber tanto como ella.
A consecuencia de esos celos de la Camacha usa la ciencia mágica de la tropelía y el parto de la Montiela, a la que asiste la Camacha, tiene como fruto dos perritos. Llegado el fin de la Camacha, y estando en su última hora, le confiesa a la Montiela que ella había convertido a sus hijos en perros por cierto enojo que tuvo con ella; pero que no tuviese pena, que ellos volverían a su ser cuando menos lo pensasen; pero que no podría ser hasta que ellos por sus mismos ojos no viesen lo siguiente:
La bruja Cañizares le explica a Berganza diversas peripecias de su vida y de una práctica especial para la que necesita embadurnarse de una untura que le hace entrar en trance y, en este estado, viven situaciones que le parecen reales o cambia de forma. Y le invita a presenciar un trance de estos. “Antes de que se acabase de untar me dijo que, ora se quedase su cuerpo en aquel aposento, sin sentido; ora desapareciese dél, que no me espantase, ni dejase de aguardar allí hasta la mañana siguiente, porque sabría las nuevas de lo que me quedaba por pasar hasta ser hombre.”
Berganza se queda y le dice a Cipión: “Una verdad te quiero confesar, Cipión amigo: que me dio gran temor verme encerrado en aquel estrecho aposento con aquella figura delante, la cual te pintaré como mejor supiere. Ella era larga de más de siete pies; toda era notomía de huesos - esqueleto- , cubiertos con una piel negra, vellosa y curtida; con la barriga, que era de badana, se cubría las partes deshonestas las partes deshonestas, y aun le colgaba hasta la mitad de sus muslos; las tetas semejaban dos vejigas de vaca secas y arrugadas; denegridos los labios, traspillados los dientes, la nariz corva y entablada, desencasados los ojos, la cabeza desgreñada, las mejillas chupadas, angosta la garganta y los pechos sumidos; finalmente, toda era flaca y endemoniada.”
Terminado el relato de Berlanga sobre la bruja Cañizares, se enzarza con Cipión en buscar significado a los versos. Este opina que cobrarán forma humana cuando vieran que los que están en lo alto de la rueda de la fortuna, se vean hollados y en desgracia, y los que: “…hace dos horas que no tenían deste mundo otra parte que servir en él de números que acrecentase el de las gentes, y ahora están encumbrados sobre la buena dicha que los perdemos de vista…” “Y si en esto consistiera volver a la forma que dices, ya lo hemos visto y lo vemos a cada paso…” “…el verdadero sentido es un juego de bolos, donde con presta diligencia derriban los que están en pie y vuelven a alzar los caídos, y esto por la mano de quien lo puede hacer….” “...muchas veces hemos visto lo que dicen y nos estamos tan perros como ves…” Así que les invade el escepticismo.
Puesto que es difícil la actuación de la mano divina o una Revolución ¿qué les queda? Actuar de una manera determinada en lugar de hablar.
Rechazan la profecía, y ambos, los perros de Mahudes, llegan a la conclusión que por hablar, por ladrar como perros, no van a conseguir nada.
Acabamos de leer y aparece el Licenciado Peralta, con lo que volvemos al Casamiento engañoso, el marco del Coloquio. Los personajes se van y el escenario queda vacío.

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